Nos podemos sorprender al enterarnos de que cientos de
medicamentos contienen lactosa como relleno o recubrimiento.
¿Por qué los laboratorios farmacéuticos incluyen lactosa en
sus productos?.
- La Lactosa es casi insípida excepto por un ligero sabor dulce,
por lo que es un excipiente ideal.
- La lactosa evita el apeldazamiento, una característica muy
útil para las pastillas.
- La lactosa también se puede utilizar para producir un
comprimido fácil de tragar con un revestimiento brillante y duro.
-Cantidades pequeñas de lactosa no son importantes para la
mayoría de la gente.
La mayoría de los intolerantes a la lactosa no tienen
problema con las pequeñas cantidades de lactosa que incluyen los medicamentos,
pero debido a la gran cantidad de intolerantes que existen en todo el mundo la
población que puede tener problemas con ellos es muy grande.
Hay muchos casos documentados en revistas médicas de
personas que han tenido reacciones de intolerancia a la lactosa en el momento
de tomar medicamentos. Incluso se ha documentado casos en que tras inhalar 10
miligramos en forma de polvo. La mayoría de los comprimidos no contienen más de
12,5 a 25 miligramos de lactosa y eso es minúsculo para casi todo el mundo. Un
vaso de leche contiene 12.000 miligramos (12 gramos) de lactosa, la mayoría de
los intolerantes o alérgicos no deben preocuparse por la cantidad de lactosa
que contiene un comprimido.
Pero los extremadamente sensibles, cómo las personas que no tienen
nada de lactasa en su sistema como los que han sufrido cirugía en sus
intestinos, las personas mayores que deben tomas decenas de pastillas al día y las
que son alérgicas a la leche en el peor de los casos. Pueden sentir los efectos
negativos al ingerir un gramo de lactosa.
Además millones de personas que por
cuestiones religiosas éticas o veganos que no pueden tomar productos de origen
animal como la lactosa.
Que podemos hacer en estos casos?
En primer lugar no preocuparnos, ya que existen alternativas
para cada medicamento con receta. Todos los médicos y farmaceuticos disponen de
un vademecum con todos los componentes de todos los medicamentos y posibles alternativas, a los que pueden consultar.
Los medicamentos sin receta son más difíciles de controlar pero afortunadamente
casi todos los fabricantes incluyen una
lista de los ingredientes.
